domingo, 3 de julio de 2011

Puedes estar Seguro... si es Dios el que te guía.















Puedes estar seguro... si es Dios el que te guía.

Dios te ama y desea lo mejor para ti. Pero existe una pared que te impide acercarte a El y recibir su paz y su bendición. Esa pared es el pecado que todos cometimos. Sin embargo, puedes derribarla porque Dios ya te ha provisto lo necesario. Alguien ya pagó el precio del perdón. Alguien ha pagado ya por tu pecado. Uno que te ama ha abierto puerta para que tú ingreses a la condición de paz y bendición: Jesucristo. Invócale. Síguele. Entrégale tu vida, tu destino, tu alma. Esta será tu mejor decisión. 

 El Señor Jesucristo, el Hijo de Dios, te guiará. Se dócil a sus enseñanzas. No te apartes de él. Así conservarás lo que tiene para tí. Con él, todos tus logros tendrán significado y trascendencia. Sin él, todo se habrá perdido. Sírvele. Pon a sus pies tus dones y talentos. Así no los desperdiciarás.

¡Dios te bendiga!

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